viernes, 18 de marzo de 2016

Una visita al futuro por pasado

Por Ben Jonson (Revista Gato Félix/Ave Fénix)



Ella tiene los ojos penetrantes, un gusto amplio por el pensamiento contemporáneo, y encuentra el universo político actual como algo desalentador. Él es alto, simpático y pareciera preguntarle a su hermana todo el tiempo qué está bien y qué está mal. Acompañanos a conocer a los hermanos Andrónicos en una de las últimas mañanas de este polémico verano.
La quinta prepresidencial de los Andrónicos está situada cerca de la Estación Congreso, en Núñez. Con la producción de Gato Félix/Ave Fénix, nos preguntamos si es cierto o si es un chiste el hecho de que el timbre nos haya resonado como el motivo de la 5ª de Beethoven. Lavinia, al abrirnos el portón de ingreso, nos aclara: “A Lucio le gusta jugar con estas boludeces”.
Atravesamos el jardín delantero, e ingresamos a una luminosa biblioteca estilo Bahaus, pero no sin los históricos sillones estilo Luis XVI de los que, al parecer, “papá no puede despegarse”, según nos cuenta Lucio, un joven entusiasta, que acaba de llegar del gimnasio y que se disculpa con nosotros: “me baño y estoy con ustedes”.


“Primero la bebida”, nos dice Lavinia. Considerando que son casi las 10 de la mañana, casi toda la producción, salvo el Ruso, se niega a la no poco tentadora oferta de tomar gancia, caipiriña, licor de huevo o ginebra. Todos, salvo el Ruso, preferimos un humilde café. Mientras esperamos, ya convidados por la única hija mujer del flamante general Tito Andrónico, ojeamos un poco las lecturas de esta culta familia.
BJ: Veo que la biblioteca es grande, calculo que no leíste todo esto.
La: Por supuesto que no. A mí me interesa una parte de todo esto.
BJ: ¿Cuáles son tus lecturas más influyentes?
La: En general, me acostumbré a leer en inglés…
BJ: ¿Entonces?
La: Me gusta mucho Galeano, y también la Enciclopedia “Lo sé todo”. Disfruto de saber cómo funcionan las cosas…
Al salir Lucio de su baño matutino, ambos nos invitan a pasar al patio, con nuestro café, y con su licor de huevo. Lo primero que vemos –no sin la reacción un poco avergonzada de su hermana–, es un Lucio quitarse la ropa y meterse en la piscina del fondo de su casa.
Lu: Tírense. Anímense.
Claro que no llevamos ropa de baño, ni que fuimos a meternos en la pileta. Así que continuamos con Lavinia.
BJ: ¿Cómo ves el hecho de que Tito Andrónico cediera el poder a Saturnino, tal como lo plantea Shakespeare?
La: Yo creo que es una postura muy noble, en realidad. Mi papá está un poco cansado de la vida. Es un viejo general -perdón por lo de viejo, papi, donde quiera que estés- (Risas). Suena un poco fuerte, pero la verdad es esa. No le queda energía, después de tantas campañas y campañas por nuestra nación. No podría afrontar huelgas, sindicatos y gremios, PBIs, Greenpeace –que le hace la vida imposible hace años-…
BJ: Vos formás parte de Greenpeace.
La: ¿Van a publicar eso? (Risas). Que no se entere papá.
Lucio acaba de salir de su chapuzón, y declara, poco confidencial:
Lu: Lavinia está afiliada al PTS, también.
Entre risas, Lavinia propone cambiarnos de tema.
La: ¿Seguros de que no quieren más licor? ¿Qué otras preguntas tienen?


BJ: ¿Cómo es un día para un Andrónico?
Lu: Yo entreno. Entreno a la mañana. Después hago natación, después voy al gimnasio. Después me junto con mis amigos. Vamos al club. Tomamos algo. Vamos al after… Yo no... En este momento no… No estoy trabajando.
La: Bueno, leo mucho… Soy más casera. Desayunar… Hacer ejercicios. Me preocupa la buena alimentación y la situación del mundo. Leo los diarios. Es lo primero que hago. Leo Le Monde y Para ti con la misma pasión. Una vez que me actualicé, escribo lo primero que me viene a la cabeza. Y lo subo a mi twitter. Y después, mis lecturas más habituales, de las que ya hablamos un poco.
Lu: Yo también leo. No dije eso. Ahora estoy leyendo Murakami.
Los hijos del flamante General Tito Andrónico tienen una relación que linda entre lo adulto -haberse hecho de todo una idea, una lectura política- y lo adolescente (pues bien se ve que entre ellos hay rispideces y, en variados intentos espontáneos de resolverlos, acuden a frases tales como: “callate, idiota”, “no te preguntaron a vos” e incluso, en más de una ocasión, a una secreta violencia física que, a nuestra vista, parece más un gag que un golpe certero). La situación se torna incómoda, con lo que decidimos ir cerrando nuestra visita a un futuro por pasado.
BJ: ¿A quién van a votar este 23 de marzo?
Lu: En blanco.
La: A Tito Andrónico, por supuesto.
Lu: Sí, a papá.
BJ: Llama la atención que voten a alguien que ya asumió que no aceptará el poder.
La: No deja de ser papá.
Frescos, simples y complejos a la vez, tan inteligentes como obtusos, estos enfents terribles, estos punks de cotillón, esta buena-mala conciencia dentro de la clase poderosa nos inspiraron tanto amor como indiferencia. Digna impresión de cualquier obra de Shakespeare. Salvo que esta obra no es de Shakespeare. Nos dieron una lección sobre la familia. La familia es lo primero. Después están los pobres. Nos vamos de la Quinta Andrónica, salvo por el Ruso, que aún no termina su aperitivo, y que parece bastante atraído por el estilo de vida de los hermanos Andrónicos.

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